Las invenciones científicas cada vez más expanden sus horizontes. Ahora es posible que los chef jueguen con el sabor la textura de las comidas, haciendo que incluso las nubes tengan un gusto especifico.
La tecnología desarrollada por la Universidad de Harvard (EE UU), utiliza un dispositivo que convierte cualquier alimento en microgotas que se unen en una especie de nube de humo, que al respirarla, tiene el aroma de las comidas.
Por otra parte, una sustancia llamada alginato, obtenida a partir de las algas naturales, da lugar a la técnica de esferificación, en donde los alimentos se transforman en pequeñas bolas que hacen más atractivo su consumo y presentación en los platillos.
El bombo de maíz, el polvo de aceite y las palomitas de tomate, se consiguen por medio de las bajas temperaturas que genera el nitrógeno líquido, pudiendo moldear las propiedades de los alimentos.