Un exceso puede producir asimismo obstrucción intestinal; exceso en la formación de gases y posibles cólicos; alteraciones en la biodisponibilidad de fármacos (digoxina, penicilina, paracetamol): la pectina puede secuestrar el fármaco y retrasar su absorción; pérdida de energía fecal o heces "descompuestas" que pueden favorecer entre otras cosas el crecimiento de microorganismos patógenos como la cándida albicans.
En el caso de cantidades muy elevadas de fibra o durante mucho tiempo, puede producir escamación de células epiteliales de la mucosa intestinal que implica el paso de células intactas de celulosa microcristalina a sangre venosa, aunque no existen datos que permitan determinar la magnitud de este fenómeno.
Se recomiendan por tanto una cantidad de fibra de 15 a 20 gramos al día y el producto ideal sería una mezcla al 50% de salvado de avena y trigo, a ser posible trigo sarraceno o espelta. Siempre hay que incrementar el aporte de líquidos al tiempo que se aumenta el consumo de fibra.