Tos frecuente, opresión en el pecho, falta de aliento, sibilancias o pitos, dificultad para respirar; son alertas de asma, una enfermedad crónica de los pulmones que inflama y estrecha las vías respiratorias, lo que dificulta la entrada y salida del aire. La misma afecta a personas de todas las edades, aunque generalmente inicia en la infancia.
Los síntomas varían en cuanto a severidad y frecuencia de una persona a otra y pueden presentarse varias veces al día o a la semana. En algunos casos, se agravan durante la actividad física o por la noche.
Suelen desencadenarse por la inhalación de sustancias causantes de alergias llamadas alérgenos (ácaros del polvo, polen, moho, pelo de mascotas) y por otros factores como humo de tabaco, cambios climáticos, emociones fuertes, e incluso el ejercicio. "No hay cura para el asma, pero si se diagnostica adecuadamente y se implementa un tratamiento controlador, el paciente podrá llevar una vida normal sin limitaciones", afirmó la pediatra Magdalena Sánchez.