La ira, para muchas personas, es una reacción inmediata, que las lleva a estallar y, en vez de mejorar la situación que la provocó, causa más problemas. Es una emoción humana totalmente normal y por lo general, saludable. No obstante, cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva, puede ocasionar muchos problemas en el trabajo, en las relaciones personales y en la calidad general de vida. Puede hacerlo sentir como si estuviera a merced de una emoción impredecible y poderosa.
El primer paso es reconocer la problemática y entender qué es exactamente lo que causa esos arrebatos. Gritar, decir malas palabras o excederse con el alcohol es enfrentar el problema de una manera errónea. Si siente que esto va en detrimento de sus relaciones y de su paz mental, siga estos sencillos consejos.
1. Conozca el motivo de su enojo y trabaje en ello, haciendo respiraciones profundas.
2. Desahóguese, escribiendo qué es lo que le molesta.
3. Libere la rabia de manera productiva. Enfóquese en hacer ejercicios, caminar, correr o inscribirse en una clase de baile. Estas actividades lo ayudarán a drenar todo sentimiento negativo de una manera positiva y saludable.
Con información de apa.org y vidasana.about.com