Una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer. Una alimentación insalubre está entre los principales factores de riesgo para la salud en todo el mundo, indica el portal de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero quienes han decidido cambiar su estilo de vida deben entender que iniciar un régimen dietético sin supervisión médica es perjudicial. Quienes inician dietas así cometen errores como dejar de cenar para perder peso, advirtió el endocrinólogo José Guillermo Guevara. Esto es un gran error porque, omitiendo la cena, se pasan muchas horas en ayuno volviendo al metabolismo más lento.
Otro error muy común es no ingerir carbohidratos. Una alimentación sana y balanceada debe incluir todos los nutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas). De no hacerlo, se pueden sufrir problemas metabólicos o enfermedades.
Dejar de tomar agua porque se retiene líquido es otro error. Se debe tomar mínimo dos litros de agua al día, porque esta ayuda a suprimir el apetito de una manera natural y ayuda al cuerpo a metabolizar las grasas. Se recomienda beber agua antes de las comidas porque aumenta la sensación de saciedad.
Y la ingesta calórica debe estar en consonancia con el gasto calórico. Los datos científicos de que se dispone indican que las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica total para evitar un aumento de peso (1, 2, 3), lo que implica dejar de consumir grasas saturadas para consumir grasas no saturadas (3) y eliminar gradualmente las grasas industriales de tipo trans, indica la OMS.
Con información de who.int