El maní es rico en calorías, por lo que debe consumirse de manera moderada, aun así, los expertos sugieren incorporarlo a la dieta cotidiana por sus diversas bondades.
Es un alimento apto para enfermos celíacos, ayuda a reducir el nivel de colesterol en la sangre y a las embarazadas les aporta una gran cantidad de ácido fólico.
Es cierto que contiene grandes cantidades de grasa, pero son favorables para la salud. Su consumo ayuda al hígado a equilibrar su funcionamiento, y al páncreas, a procesar más fácilmente el azúcar.
El maní elimina colesterol malo y genera mayor cantidad del bueno, lo que ayuda a prevenir enfermedades cerebrovasculares. También contribuye a generar niveles altos de serotonina en el cerebro, lo que se traduce en un equilibrio hormonal y trabaja contra la depresión.
Es perfecto para calmar la ansiedad y siempre será un buen amigo durante las dietas. Es importante que -si nunca ha comido maní- primero lo pruebe, puesto que hay muchas personas alérgicas a él.
Con información de Mejor con Salud