La gama de aceites útiles en la cocina es bastante amplia, pero aunque se puedan utilizar muchos, no todos son saludables, debido a que poseen altos niveles de grasas saturadas.
Los aceites comestibles más amigables con nuestra salud son los siguientes:
Aceite de oliva: son muy conocidas las facultades nutricionales de este tipo de aceite, debidas a su gran contenido de ácidos grasos monoinsaturados, polifenoles y vitamina E; y lo más importante de todo es que gracias a dicha composición lo podemos utilizar sin ningún problema, ya sea en forma cruda como aderezo o incluso para cocinar.
Aceite de sésamo: este aceite se ha utilizado durante siglos en la cocina asiática. Estudios científicos han comprobado sus beneficios terapéuticos y medicinales. Al someterlo a cocción, mantiene estable su composición, haciéndolo un excelente aceite para cocinar.
Aceite de girasol: es uno de los aceites para cocinar más utilizados, ya que presenta un sabor y un olor bastante neutros. Contiene grandes cantidades de ácidos grasos poliinsanturados, vitamina E y omega-6; solo debes evitar consumir grandes cantidades.
Los peores aceites para nuestra salud son, sorprendentemente, dos de los más usados:
Aceite de maíz y aceite de canola: al someterlos a cocción, revelaron una composición química muy inestable, lo que acelera su proceso de oxidación y genera ácidos grasos saturados y trans, principales responsables de las afecciones cardíacas.
Con información de Eme de Mujer