En diferentes ocasiones hemos escuchado que no debemos comer fruta tras las comidas, porque engorda.
La fruta posee un buen contenido en azúcares, por eso consumirla de forma desmesurada puede no ser tan beneficioso como se cree, se recomienda comer de tres a cinco piezas diarias, pero entre comidas, es decir, una hora antes o una hora después. En cambio, ingerida después o con el almuerzo o la cena, la energía que aporta, sumada a la del resto de alimentos, puede hacer aumentar el nivel de azúcar en la sangre, enviando una parte de éste a hacer reserva de grasa corporal.
Lo que sí es muy recomendable es tomar frutar como tentempié, tanto a media mañana como a la merienda, ya que nos ayuda a aguantar entre horas, reponer vitaminas y minerales, y nos facilita que tomemos cada día nuestra ración de fruta diaria, puesto que debemos tomar entre 2-3 piezas cada día.
Se aconseja comer las frutas entre horas o antes de las comidas porque en el estómago libera unas enzimas que hacen las digestiones más ligeras. Sí debemos tener en cuenta que algunas frutas engordan más que otras, como el cambur, las uvas o los higos.
Se podría tener inconveniente tomarla antes de comer, ya que se suele terminar la comida con un postre dulce, lo que aumentaría mucho las calorías aportadas por esa comida. Aunque esto se podría solucionar eligiendo como postre un lácteo desnatado.
Las frutas aportan gran cantidad de agua, vitaminas y minerales, esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, pero si se consumen en gran cantidad y adicionando otros ingredientes, si pueden aumentar las calorías.