El gusto que manifiestan muchos niños por los equipos electrónicos no deja de alarmar a la comunidad médica, no sólo por el tiempo que resta para realizar otras actividades recreativas, sino por el efecto pernicioso que tiene en la salud; asimismo, el impacto en la vida escolar preocupa tanto a padres como a maestros, pues, muchos niños invierten gran cantidad de su tiempo libre frente a la pantalla de una computadora o de un celular inteligente.
Tres millones de niños de 8 a 15 años de edad poseen un teléfono habilitado para el uso de internet; esto aunado al hecho de que muchos de ellos también poseen una tableta. Dos tercios llevan estos aparatos a su cama, restando horas de sueño indispensables para su óptimo desarrollo. Según la Fundación del Sueño, hasta el 65% de los niños sufren de privación del descanso nocturno.
En el momento en que entran en la adolescencia, utilizando los teléfonos inteligentes y las tabletas, han establecido una generación asociada con los libros y películas de Crepúsculo, la famosa saga escrita por Stephenie Meyer. Estos niños vampiro, como son conocidos, pasan las horas que deberían dedicar a tener un sueño reparador para jugar en línea, ver películas e incluso conversar con sus amigos a través de las redes sociales. La adicción al internet es un problema que ya puede considerarse global.