Es frecuente observar que algunos niños conversan solos y hasta simulan interacciones con otra persona aunque no se encuentren con nadie. La tenencia de amigos imaginarios es recurrente en niños de 2 a 6 años de edad.
Los psiquiatras atienden a que en esa etapa, el infante posee un pensamiento mágico y procede a explorarlo, creando fantasías e interactuando con el mundo mientras se adapta a él y a la realidad.
A través del amigo imaginario, el niño puede dar vida a sus emociones tanto positivas como negativas, experimentándolas consigo mismo pero generándolas en un juego de situaciones donde la otra persona no se ve.
Es común ver que un niño tiene un amigo imaginario cuando es hijo único, logrando llenar de alguna forma la soledad, o cuando se siente disconforme con la atención que le brindan sus padres.