Los brazos son una de las partes más visibles del cuerpo humano y por ello es habitual trabajarlos para mejorar su forma. Los beneficios de realizar este tipo de ejercicios es que se previene la flacidez y se gana fuerza y flexibilidad.
Al empezar una rutina para trabajar los brazos poco a poco se irá aumentando la intensidad y el número de repeticiones y también se añadirán ejercicios que trabajen zonas relacionadas. Lo mejor para obtener resultados es exigirnos en la cantidad adecuada.
Un buen comienzo es realizar repeticiones con mancuernas, para lo cual la fuerza se centra en los bíceps. Se realizan 12 o 15 repeticiones con un peso que resulte cómodo siempre manteniendo las mancuernas paralelas al cuerpo y cerca a éste y sin torcer las muñecas al realizar el ejercicio.
Para obtener una tonificación en los brazos es importante trabajarlos unos minutos cada día. Lo mejor es coger el hábito de realizar ejercicios dentro de nuestra rutina diaria. Para conseguir este objetivo podemos recurrir a vídeos o a algún libro especializado como complemento.
En los gimnasios las máquinas de remo son muy adecuadas para un trabajo completo de los brazos, además, esta es una actividad que mejora nuestra resistencia cardiovascular al mismo tiempo. Para evitar la flacidez hay que realizar también ejercicios de tríceps, que son los músculos situados en la parte posterior de los brazos.
Las rutinas pueden incluir ejercicios con barra y polea. Cuando se realizan este tipo de rutinas es importante coger de forma firme la barra y mantener los codos pegados al cuerpo al realizar el ejercicio. Estas actividades trabajan los antebrazos.
Fuente: www.iellas.com