La enfermedad de Parkinson incapacita al que lo sufre pues se trata de una condición que provoca movimientos involuntarios, es decir, repercute de manera negativa en el sistema motriz de la persona. Es un mal que causa daños en la sustancia cerebral. No obstante, el ejercicio aeróbico es una herramienta para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Un estudio reciente publicado en la revista Neurology, reseñó que se han obtenido resultados positivos tras realizar sesiones de ejercicio aeróbico, que consistieron en caminatas rápidas de 45 minutos de duración.
En esta investigación participaron 60 adultos mayores, que presentaban etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, a los que se monitorizó la actividad física para que cada uno trabajara según sus características individuales.
La intervención duró unos seis meses, tiempo en el que los sujetos arrojaron resultados prometedores como mejora de la capacidad aeróbica, de la velocidad del paso, mejora en la rigidez (típica del Parkinson), fatiga, depresión y calidad de vida.
Actualmente existe mucha evidencia de que el ejercicio físico mejora una gran cantidad de patologías, ayudando a estimular las capacidades físicas pero también las mentales, y mejorando el estado de ánimo.
Sin embargo, el estudio cuenta con ciertas carencias, como el reparto de los sujetos a los grupos y la ausencia de un grupo control, algo que los investigadores prometen subsanar en futuras investigaciones.
Con información de Vitónica