Entre la realidad de las actividades diarias y el reloj interno de cada persona puede haber cierto desfase que termine por afectar el equilibrio saludable. La obesidad en incremento y una gran presencia de cansancio son algunas de las consecuencias de esta relación.
Los investigadores identificaron un nuevo síndrome en la sociedad moderna, en el cual se observa una discrepancia entre el ritmo de vida diaria en el reloj social y el reloj fisiológico del organismo.
Esta dinámica de vida haría que las personas padezcan de una falta crónica de sueño motivada a la constante organización de pensamientos y actividades por realizar. Además, se vería un aumento considerable de alcoholismo, dependencia a la cafeína y el cigarrillo en la mayoría de los casos.
Esta incidencia es considerada por algunos expertos como una epidemia moderna, en donde los vicios, el mal sueño, la precaria nutrición y la obesidad, juegan un papel importante en el deterioro cognitivo y físico de la persona a futuro.