El término "anorexia sexual" cada vez se escucha más y afecta en mayor proporción a mujeres que a hombres. 4 de cada 10 mujeres y 3 de cada 10 hombres sienten en algún momento de sus vidas apatía hacia la actividad sexual.
Se puede definir también como la falta apetito sexual, acompañada por una excesiva preocupación para no tener sexo y/o alteraciones en la imagen corporal.
El miedo llega a trabajar como un inhibidor de la conducta, capaz de convertir a la persona en un ser desconfiado con sentimientos de inferioridad, lo paraliza y evita así encuentros amorosos, porque cuando se tiene anorexia sexual se vive como algo traumático y repulsivo.
El cuerpo pierde sensibilidad y rechaza todo tipo de estímulo erótico que pudiera alterarlo, las ideas y pensamientos se transforman en preocupaciones que lo imposibilitan de toda intromisión fantasiosa o de estímulos reconfortantes.
La vergüenza, culpa, patrones moralistas, desconocimiento del propio cuerpo, conductas agresivas de la pareja, son algunos de los elementos que provocan el malestar, así como también pueden ser causados por depresión, hipotiroidismo, trastornos obsesivos o trastorno por estrés postraumático, abuso o violación, cirugías mamarias o de otra región corporal, abuso de alcohol, dietas estrictas, entre otros aspectos.