Cuando los alimentos perdieron su frescura los desechamos, pero lo cierto es que hay algunos de ellos que podemos comenzar a salvar para utilizarlos en algunos platos. Aquí algunas sugerencias.
Papas: a veces le nacen unos brotes que podemos retirar y usar lo que queda del vegetal. Es importante saber que si la piel de la papa se tornó verdosa no debe usarla sino desecharla.
Ajos y cebollas: los brotes que aparecen en ellos no causan daño alguno en el área gastrointestinal como las papas, pero sí pueden alterar el sabor de las comidas. Simplemente debe remover con un cuchillo y usarlos normalmente.
Hongos: suelen deshidratarse y perder color cuando permanecen mucho tiempo en el refrigerador, pero son rescatables porque si se cosen, volverán a hidratarse y se podrán utilizar como cobertura, guarnición y en sopas.
Lechuga: se marchita rápido pero si pierden su frescura no la bote, retire las partes aguadas, recolecte las mejores y en un procesador de alimentos agregue nueces, piñones, albahaca, queso parmesano, aceite de oliva y un poco de agua para hacer un exquisito pesto.
Con información de Mejor con Salud