Un nuevo estudio advierte que las fórmulas para bebés suplementadas con ácidos grasos, con la finalidad de imitar la leche materna, no refuerza la inteligencia infantil más que la fórmula sin ese agregado. Sin embargo, los resultados de esta revisión no implican que los ácidos grasos no produzcan algún beneficio, aunque sugieren que esas grasas no les proporcionarían a los niños la ventaja cognitiva y del lenguaje, asociada con la lactancia materna.
Los autores explican en la revista Pediatrics que los bebés alimentados con leche materna suelen rendir más en los test de desarrollo mental que los niños alimentados con fórmula. Los bebés que son amamantados poseen ventaja en el desarrollo cognitivo y del lenguaje frente a los que se alimentan con fórmulas lácteas, especialmente sobre los que consumen ácidos grasos como parte de sus compuestos. Un motivo de esa diferencia sería la mayor cantidad de ácidos grasos presentes en la leche materna, dado que las grasas son esenciales para el desarrollo cerebral de los bebés.
Aunque los ácidos grasos fueron incluidos en las fórmulas lácteas para proporcionar la calidad en el desarrollo cerebral que brinda la leche de pecho, esto no fue logrado como se esperaba. Mediante el estudio de 1.800 bebés, se encontró que los ácidos grasos benefician algunas habilidades, pero otras no, tras aplicar un test de lenguaje, desarrollo mental y destrezas motrices.
Con información de publico.es